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desdoblamientointelectual

Evento orgásmico, orgásmico, orgásmico

 


En aquella cara se rueda la película del paraíso terrenal cuando nuestros cuerpos desnudos se rodean y se aprietan fuerte, fuerte, fuerte.
 
Podría decirse que es un fogón interminable de dos polos opuestos atraídos chocando, chocando, chocando.
 
O tal vez  una montaña rusa altísima con precipicios a velocidad rítmica de dos vagones rosándose, rosándose, rosándose.
 
Mejor dicho es el juego de la guerra sin armaduras de los placeres más profundos buscando humedad, humedad, humedad.
 
Sin duda es la reclamación de los ojos persiguiéndose en los juzgados de los besos por las esquinas más íntimas, íntimas, íntimas.
 
Más bien es el acertijo del momento mínimo en donde te aferras para no retirarte quedando agitado, agitado, agitado.
 

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