El pajarillo
El sollozo cantar de un pajarillo,
que cantando conmovió mi corazón.
Cerró el cielo y dejo hasta triste el sol caído,
tan caído que hasta el cielo oscureció.
Una luna a lejos escuchaba,
con estrellas en un baile desde el cielo.
De un sollozo cantar de un pajarillo,
que con lágrimas fugases término.
Vino el mar, el oleaje y las olas,
tan inmensas que no puedo descifrar.
Por la culpa del cantar del pajarillo,
que hasta el triste mar hizo enojar.
Oh dulce pajarillo que me rompes el corazón,
cantaba el viento mientras soplaba.
Los árboles abrazados esperaban,
que el pajarillo de cantar terminara.
Una lluvia irrumpió desde cielo,
tan oscuro que del negro no ha existido.
Si la tierra se ahogase algún día,
el culpable sería pajarillo.
Y de pronto el pajarillo dejo de cantar,
cayó a tierra desde un árbol su hogar.
Vino su madre, abrió sus alas y lo entrego,
al cielo inmenso, al pajarillo cantor.
El pajarillo agradecido comenzó a cantar,
ya que su madre, la vida le devolvió.
Un dulce canto el pajarillo ahora canto,
ceso la lluvia y un sol inmenso apareció.
El pajarillo cantor alegre estaba,
y con su canto hasta las flores bailaban.
Vino la luna e invito hasta el sol,
bailaban todos al ritmo del cantor.
El dulce canto de un pajarillo,
que si sollozo cantaba era de pena.
Por que a su madre la extrañaba,
mientras de hambre moría en la espera.
Mira la madre del pajarillo,
le curo hambre y de la tierra lo recogió.
Por que no hay madre que no quiera a su pajarillo,
ni pajarillo que la extrañe y sea cantor.
Desde ese día se suele escuchar,
un dulce canto de un pajarillo.
Que tristemente un día canto,
y conmovió a la tierra entera.
Con dulces cantos ahora el pajarillo,
recibe el día y despide la noche.
Junto a su madre el pajarillo en su hogar,
viven felices y suelen cantar.
Dedicado especialmente a Erica Loreto Soto González
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