Antes de decir adiós
que nos vimos en exceso
antes de decirnos adiós.
Las primeras miraditas
parecían ventanitas
que abre el corazón.
Nos declaramos amor sin descuido,
miedo mutuo al futuro,
éxtasis de cuerpos amarrados no te quiero soltar.
El adiós fue uno de esos,
al cual se le da la espalda
y se dice hasta pronto volveré por ti.
Como duele pensarte de lejos,
sin mayor estreno
que recordarte respirando en mi pecho como caracola recogida.
El destino dejo dividido
más que a dos pervertidos
dos ermitaños heridos de corazón in fraganti.
No me importa lo que pase
y el que tiempo nos separe,
yo no olvidare tu leal disposición.
A creer en el amor más puro
que no tiene ningún tapujo
y te pido por favor espérame.
Donde te encontré por vez primera
y te caíste desde cielo
para nunca irte de mi vida.
Porque pueden pasar más de cien vidas
pero amor como el tuyo
no se olvida de una vez.
Recuérdame en los sueños, te pido,
como yo lo hago a diario,
sin que sea extraño
pensarte una y otra vez despierto,
pensando que te estoy soñando y nunca te tuve.
0 comentarios